lunes, 2 de noviembre de 2015

Ya te respondí, escuché y leí por dos veces, retumbando en mis oídos y fue claramente una remembranza a ese "me interesa el otro chico, sabes?" que mató un amor juvenil que no pensé acabaría nunca. Las cosas que suceden en la vida te marcan de alguna forma, verdad? 
Sobre todo cuando es un dolor indescriptible el que se siente al tan solo escucharlo o suceder por segundos. Lo tenebroso de todo este asunto es que no se puede reparar el daño hecho. El que haces o te hacen va por igual, irreparable en todo sentido. 

Y, ahora?
Tengo, como nunca antes, todo listo; 
el tiempo y ese deseo incontrolable de querer hacer dulce lo que toco.
Una gruesa astilla me araña el pecho y nada puedo hacer. 
Un sentimiento de incredulidad me carcome la mirada 
y mi cerebro palpita cada segundo que te piensa
y cada segundo que no estás. 

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